Si Nemo hubiese conocido Arduino seguro que se habría montado algo así para escapar en la pecera del dentista.

Lo que más me atrae de Arduino son las miles de aplicaciones que con un poco de imaginación se le puede sacar. Si encima mezclas friki tecnología con acuariofilia –un viejo hobby de la infancia–, que acabase compartiendo este video era fácil de predecir.

Para hacerte tu propio Abovemarine solo tienes que visitar la web de Adam Ben-dror, donde compartió toda la información.

Buena forma de empezar la semana.